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Los rellenos dérmicos son una de las técnicas no quirúrgicas más populares para mantener el rostro joven. Son tratamientos inyectables con soluciones biocompatibles (Ácido Hialurónico) que pueden inyectarse en cualquier zona de la piel para aumentar el volumen.

Se recomienda para pacientes que desean reponer los volúmenes perdidos, reposicionar los tejidos del rostro (efecto lifting) y/o nutrir la piel, buscando una armonía facial según sus expectativas.

Con este tipo de procedimiento se rellenan las arrugas y cualquier pliegue de la piel fruto del proceso de envejecimiento.

Zonas con mayor frecuencia de aplicación para voluminizar o perfilar: Surco Nasogeniano, labios, pómulo, perfilamiento nasal, mentón, región mandibular.

Los resultados del tratamiento de rellenos faciales son inmediatos, su duración puede variar entre 9 y 18 meses, dependiendo del área tratada, la presentación del producto y el metabolismo de cada paciente.